viernes, 22 de noviembre de 2013

LAS AVES Y LA VELOCIDAD


En el año 2006, los biólogos canadienses Pierre Legagneux y Simon Ducatez estaban trabajando en Francia. Mientras regresaban cada tarde en coche desde el laboratorio, descubrieron que algo curioso sucedía con los pájaros que se cruzaban en su camino. Llevados por la curiosidad, comenzaron a medir las distancias y velocidades de las aves con un cronómetro y descubrieron un patrón muy especial.

Después de realizar 134 mediciones de 21 especies diferentes (la mayoría gorriones y cuervos), los científicos vieron que cuando el límite de la carretera era de 50 km/h, los pájaros solían separarse del coche unos 15 metros, mientras que cuando el límite de velocidad era de 110km/h, los pájaros se separaban una media de 75 metros. Lo llamativo del asunto es que esta distancia de seguridad la tomaban los pájaros independientemente de la velocidad real a la que se aproximara el coche, y en relación siempre con el límite de velocidad de la carretera.



Lo que era realmente curioso es que los pájaros no respondían a la velocidad del coche sino al límite de velocidad de este tramo de carretera", resume Legagneux. "Era como si pudieran leer las señales de tráfico, aunque obviamente no lo hacen". Los investigadores creen que los pájaros tienen un comportamiento hacia los coches similar al que tienen con los depredadores, e interiorizan que en unas partes del entorno los depredadores son más peligrosos que en otras.

Hasta ahora, otros investigadores habían estudiado a qué distancia puede acercarse un humano antes de que el ave levante el vuelo, pero éste es el primero estudio que analiza la distancia entre coches y pájaros en carretera. En muchas de las mediciones, Legagneux conducía por encima del límite de velocidad o por debajo, a pesar de lo cual las aves mantenían la misma distancia.  En los estrechamientos con un límite de 20km/h, los pájaros mantenían una distancia de seguridad de 10 metros, una distancia que se incrementaba a 25 metros en carreteras de 90km/h y 75 m cuando el límite era de 110km/h.
El estudio abre algunas incógnitas evolutivas, según Legagneux. Ahora quiere comprender si la reacción de los pájaros es aprendida, por su relación cotidiana con determinadas carreteras, y si tiene algún papel la selección natural que se produce por la muerte de aquellos de pájaros que no se apartan lo suficiente de los coches.

Cada año miles de pájaros mueren en las carreteras golpeados por los coches, recuerdan en el estudio, así que este trabajo añade otro motivo por el que los conductores deben respetar los límites de velocidad: los pájaros pueden no esperar que el coche se acerque tan rápido en un lugar donde ellos han interiorizado un límite inferior.

Fuente: Noticias de Yahoo.es