Alguien sugirió un paseo en catamarán por la ría de Arosa. Muy simpático.
Vi muchos cormoranes, al sol de la tarde, volando raso al mar, y otro día, secando las alas encima de las barquillas.
El paseo incluía una degustación de mejillones, ¡deliciosa!; y sino que lo digan las gaviotas que nos escoltaron toda la vuelta.