El alcaudón dorsirrojo ibérico puede servir de
"termómetro ambiental" para conocer cómo afecta el calentamiento del
planeta a especies como esta pequeña ave, que desde el tercio norte de España
realiza una espectacular migración por Europa, Asia y África.
El biólogo vallisoletano Alejandro Onrubia ha explicado este
jueves que la Fundación Migres, en colaboración con otras entidades, lleva a
cabo un programa de seguimiento de esta especie, que incluye unos innovadores
geolocalizadores para seguir a estas aves desde León.
Estos pequeños localizadores son colocados en la espalda del
ave, con un arnés ajustado a las patas.
Este año se han colocado en otros veinte ejemplares en León,
principalmente en el valle del Torío, una de las zonas que conserva esta especie
en declive en Europa, también presente en otras áreas del noroeste como el País
Vasco.
El programa estudia la migración del alcaudón dorsirrojo
ibérico, del que no se sabía dónde invernaba ni qué viaje hacía, pero su
seguimiento ha permitido conocer su espectacular recorrido de miles de
kilómetros hasta el sur de África y su regreso pasando por Asia.
Además, se investiga cómo ha evolucionado este
comportamiento migratorio desde la era de la glaciación, para conocer también
cómo puede afectar el calentamiento global del planeta, ha indicado este
investigador de la Fundación Migres.
Esta pequeña ave puede servir de este modo de
"termómetro ambiental", con su viaje desde la Península Ibérica,
donde pasa el verano, hacia Grecia y de allí al sur de África, donde permanece
desde noviembre hasta finales de febrero.
Después regresa por la Península Arábiga, por países como
Irak, en un largo recorrido que no se conoce en otras especies.
Alejandro Onrubia ha señalado que la idea es seguir hasta
2014 con la captura de ejemplares para instalar los localizadores, que en este
caso son novedosos al utilizar un original sistema diseñado en el Reino Unido
que informa de la posición de las aves mediante sensores de luz, para conocer
sus recorridos desde la salida hasta la puesta del sol.
Según datos de esta fundación andaluza, para la que Onrubia
también trabaja en otros programas de seguimiento de migraciones en el estrecho
de Gibraltar, los alcaudones dorsirrojos ibéricos van de León a Mozambique, ya
que pese a su pequeño tamaño, con un peso de 30 gramos, recorren cerca de
19.700 kilómetros en su migración.
La Fundación Migres trabaja en este proyecto en colaboración
con la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y la consultora ambiental Opsis.
En la primavera de 2011 se capturaron con redes y marcaron
con geolocalizadores veinte alcaudones dorsirrojos adultos en un valle cerca de
la ciudad de León, mientras que en la de 2012 se volvieron a capturar dos de
los ejemplares marcados, a menos de 200 metros de donde habían sido cogidos
hacía un año.
Fuente: web diario de navarra