Unos prismáticos y una guía son suficientes para detectar,
avistar y escuchar aves en Pamplona, donde crían 54 de las 300 especies
nidificantes de Europa. Medir su índice de biodiversidad y, con ello, la
calidad de vida de los ciudadanos es el trabajo de un grupo de ornitólogos que
el viernes presentó sus conclusiones en el Museo de Educación Ambiental.
Luis y Carlos Almingol, Javier Ardanaz y Gabriel Berasategui
son cuatro amigos, que desde inicios de los 90 se reúnen para observar y
escuchar aves y que en 2008, junto a Álvaro Bértolo, Iosu Alfaro y Pedro Soria
completaron el primer Atlas de Aves de Pamplona, que incluye especies
reproductoras e hibernantes. A partir de este trabajo, el ayuntamiento de
Pamplona, dentro de la
Agenda Local 21, les encargó en 2009 un cálculo de las aves
reproductoras. Los datos se presentaron en 2010 y este año se ha realizado un
seguimiento de aquella investigación.
Gabriel Berasategui fue el encargado de desglosar los
resultados del estudio, llevado a cabo la pasada primavera, concretamente en
mayo. Explicó que, durante ese mes, los cuatro se repartieron 18 recorridos en
otras tantas zonas de Pamplona, cada paseo tenía un kilómetro lineal de
extensión y el resultado fue claro: detectaron un total de 1.700 aves, 200 más
que en 2009 y una especie más que entonces, con lo que ha situación ha mejorado
algo. En todo caso, avanza que el estudio debe proseguir para obtener un
diagnóstico claro y ver si las cifras efectivamente, mejoran o se mantienen o,
por el contrario, descienden porque recuerdan que algunos factores pueden alterar
los resultados, como "toparse con un bando de 200 palomas en el
camino". Y subraya que la cifra se ciñe a los 16 kilómetros
lineales estudiados, y no a toda la extensión geográfica de Pamplona, unos 35 kilómetros
cuadrados. Estudios similares se realizan en otras ciudades como París, Gijón y
Londres. En esta última ciudad, están ya consolidados y, según Berasategui, son
ya un factor diagnóstico más de la calidad de vida de sus habitantes. En este
sentido, y aun a falta de más estudios, considera que Pamplona está en una
buena situación, sobre todo porque la atraviesa un río. Explica que el Arga
"tiene las orillas bien conservadas y orlas de vegetación más o menos
abundantes". "Está claro, -evidencia-, que cuantas más zonas verdes,
más vegetación: un hábitat adecuado para las aves, especies algo tímidas, amigas
de lugares tranquilos".
Aranzadi y la
Magdalena
También en este contexto explica que las zonas con más
densidad de aves son Aranzadi y la
Magdalena, donde abundan especies arbóreas con frutos como el
pacharán, servales o espino blanco, e incluso árboles de gran porte, algunos
centenarios, como los plataneros de Curtidores. Reconoce que estos rincones son
una "gozada" para el aficionado. Por el contrario, los barrios menos
poblados son San Juan e Iturrama con grandes avenidas lineales, pero muy
asfálticas. La afición a la ornitología crece, también en Pamplona, señala
Berasategui y subraya que es "barata", porque basta con unos
prismáticos y una guía de aves y que "cualquier día del año es bueno. Sólo
es necesario abrir los ojos y atender al oído". " El hecho de
acercarse a la Taconera
o a la Vuelta
del Castillo, ver y escuchar y a es reconfortante, sobre todo para los
niños", concreta.
Explica que en primavera es cuando más aves se escuchan.
Repara en que en otoño cantan menos. Sin embargo, la caída de la hoja permite
ver más especies. También estamos en plena época migratoria, de aves que cruzan
Europa en busca de lugares cálidos donde pasar el invierno y Pamplona es sitio
de paso, de modo que se pueden ver bandos de palomas o malvices, por ejemplo.
"Pero claro, hay que mirar al cielo y hay que tener en cuenta que en la
ciudad el campo de visión es menor, por eso es conveniente subir a San
Cristóbal o el Perdón", apunta. Algo más tarde, cerca de los fríos,
llegarán las grullas, especies estas de mayor tamaño y más ruidosas, fáciles de
detectar.
CLAVES:
1. LAS SEIS ESPECIES MÁS ABUNDANTES
La paloma doméstica y el gorrión común son las especies más
abundantes, primeras de un ranking de seis completado por el vencejo común, el
jilguero europeo, el estornino negro y la tórtola turca.
2. OROPÉNDOLAS Y MARTÍN PESCADOR, SINGULARES
Entre las aves más singulares de Pamplona destacan las
oropéndolas, el martín pescador o la gallineta, todas ellas presentes a orillas
del Arga, en Aranzadi o Alemanes, donde encuentran comida y refugio.
3. 94 ESPECIES EN EL ATLAS DE PAMPLONA
Según el Atlas de Aves editado en 2008 por el ayuntamiento,
Pamplona cuenta con 94 especies, pero no todas crían en la ciudad, algunas son
migratorias, de manera que están de paso, son especies hibernantes.
4. SEIS ESTACIONES DE DETECCIÓN EN EL ARGA
Además de los 18 recorridos, han estudiado seis puntos
denominados estaciones de detección, donde permanecen cinco minutos quietos y
toman nota de todo lo que ven y escuchan.
5. EL 60% PERTENECEN A CUATRO ESPECIES
El 60% de las aves presentes en la ciudad pertenecen a
cuatro especies: la paloma bravía, el vencejo común, el jilguero europeo y el
gorrión común. Pero las cifras cambian y hacen falta estudios más profundos.
1.700 aves han detectado en Pamplona en los 16 kilómetros
lineales recorridos el pasado mes de mayo.
Fuente: Diario de Navarra, 23 de Octubre de 2.011