Hay un dicho que dice que el hombre es el único animal que tropieza varias veces en la misma piedra.
Lo he experimentado en mi persona. Me ha pasado por lo menos 3 veces en este último mes.
Iba por la calle cuando oí a un pájaro cantar. Miré al árbol de donde provenia el canto y vi una curruca capirotada saltando de rama en rama, ahí en medio del trajín de la calle... , y pensé en la cámara de fotos que estaba tan tranquila en el armario... propósito: llevar siempre conmigo la cámara.
Pasó una semana, y en la misma calle (Av. Bayona a las 7,30 de la mañana, me topé con un herrerillo. Ahí no hubiera podido fotografiarlo por falta de luz, pero tampoco llevaba la máquina de fotos.
Llegaron las nieves, y una mañana me volví a encontrar con varias currucas capirotadas, en el centro de la ciudad (en la C/. Aoiz y en la C/. Castillo de Maya), y otra vez sin cámara. Y esta tarde me ha vuelto a pasar (en la C/. Castillo de Maya), creo que era un mosquitero alimentándose en un árbol con frutos negros recién podado: ¡Sin remedio!.
Ya se ve que no vivo de ésto, sino que es una afición.
Como se presentan dias de frío y nieve, intentaré mejorar.
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