El segundo día, aprovechando un rato de sol, estaba sentada en un banco y un pájaro
cantó a mi ver; pero como me pasa últimamente, iba sin nada, sin
cámara, sin prismáticos... y lo identifiqué, aunque era la primera vez
que lo veía. Se trataba de una curruca cabecinegra.
Me parecía estar viendo el libro: su cabeza negra, sus ojos característicos...
Me parecía estar viendo el libro: su cabeza negra, sus ojos característicos...
Salí armada con todo, por que identifique la zona que le gustaba... pero sólo pude fotografiar el pompis.
Nada, se me resistió; no se si por que hizo mucho viento, la distancia o por la rapidez de los movimientos: un poco de todo.
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