El otro día salí al patio y levantaron el vuelo desde el suelo un par de colirrojos. Al día siguiente, al salir miré, pero no los vi y en cuanto di dos pasos, levantaron el vuelo. Ésto se repitió varias veces y un día los pillé: se metían debajo de un macetero y allí tenían el nido. Como por el patio empezó a rondar un roedor, en cuanto pudieron sobrepasar la tapia desaparecieron. Le hice una foto, de la que me acaban de decir ¡que fea!; realmente no es bonito, solo es un nido vacío.
Unos días más tarde en la acera me encontré a esta cría, también de colirrojo, que como no volaba alto iba buscando sombras y los padres bajaban a alimentarlo. así que lo fotografié para que saltara a la red.
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